Despedida de N.P. Jesús Nazareno a N.M. la Virgen de la Amargura

Ha llegado el momento, todo está decidido, es la hora Nona. Llegamos a casa tras predicar nuestra Fe por Palencia. La plaza se llena de gente y el bosque de capirotes se va abriendo con la llegada de las Sagradas Imágenes. Y por fin el Hijo y la Madre se ven de frente. No cabe más dolor. Está escrito. Y el Hijo hinca su rodilla ante la Madre tres veces. Y la Madre llora en su Amargura.

Despedida de N.P. Jesús Nazareno a N.M. la Virgen de la Amargura

Ha llegado el momento, todo está decidido, es la hora Nona. Llegamos a casa tras predicar nuestra Fe por Palencia. La plaza se llena de gente y el bosque de capirotes se va abriendo con la llegada de las Sagradas Imágenes. Y por fin el Hijo y la Madre se ven de frente. No cabe más dolor. Está escrito. Y el Hijo hinca su rodilla ante la Madre tres veces. Y la Madre llora en su Amargura.